El pasado 13 de marzo tuvo lugar la 95.ª edición de los premios Óscar. En la ceremonia, la película Everything Everywhere All at Once arrasó llevándose siete premios de los once galardones a los que estaba nominada.

El pasado 13 de marzo tuvo lugar la 95.ª edición de los premios Óscar. En la ceremonia, la película Everything Everywhere All at Once arrasó llevándose siete premios de los once galardones a los que estaba nominada. El filme es el segundo largometraje dirigido por Dan Kwan y Daniel Scheinert (conocidos como “The Daniels”), que debutaron con la película Swiss Army Man (2016).

Los directores, tras una haber vivido en la producción de su primer trabajo una experiencia negativa con una empresa de postproducción, decidieron contar con un equipo reducido de profesionales a cargo de los efectos especiales de la película. Esta no es una decisión habitual en las grandes producciones. Por ejemplo, los efectos especiales de otra de las favoritas en este certamen, Avatar: El sentido del agua, estuvieron a cargo de la compañía Weta Workshop, una de las más relevantes del sector.

Los directores de Everything Everywhere All at Once decidieron contar con un equipo reducido de profesionales a cargo de los efectos especiales de la película.

Así pues, los realizadores de la ganadora al Óscar a la mejor película optaron por confiarle la dirección de los efectos especiales a Zak Stoltz, un amigo cercano que nunca antes había ejercido esta función en un largometraje. Stoltz explica que los directores querían que el proceso de creación de los efectos fuese más íntimo y personal, similar a la forma en la que los tres habían trabajado siempre de manera conjunta. Con el objetivo de mantener esta filosofía, Stoltz se acompañó de un equipo reducido compuesto por directores que se habían formado en el campo de los efectos visuales de manera autodidacta y por necesidad en proyectos previos. “Al final, cinco personas acabaron haciendo más del 80% de las tomas con efectos especiales”, afirma Stoltz en el artículo publicado por IndieWire. Este equipo estaba compuesto por el propio Stoltz, Ethan Feldbau, Benjamin Brewer, Jeff Desom y Matthew Wauhkonen.

Una de las claves en el desarrollo de este trabajo, según Desom, fue la cooperación entre todos los miembros del equipo, que compartió en todo momento los proyectos de Adobe After Effects en los que estaban trabajando, de manera que cada persona pudiese consultarlos y enriquecerse de los conocimientos del resto de los integrantes del grupo.

Aunque la muestra de efectos visuales presente en Everything Everywhere All at Once es realmente cautivadora, Desom destaca que algunos de los efectos más difíciles de conseguir eran los que habían de pasar desapercibidos ante los espectadores.

“La primera vez que el personaje de Jobu Tupaki aparece en el pasillo y se encuentra con Evelyn, Jamie Lee Curtis aparecía en muchas de las tomas. En la edición, se decidió que Jamie Lee Curtis tenía que irse, así que tuvimos que borrarla en todos esos planos”, narra Desom.
En definitiva, este año hemos visto cómo una película de dos directores revelación y con un equipo de efectos visuales amateur se ha hecho con siete premios Óscar de los once a los que estaba nominada, entre ellos, el galardón a la mejor película. Esto ha sido el fenómeno Everything Everywhere All at Once.

Cristina Hervàs

 

When lights are low.